Esta sala nos muestra un amplio panorama de la pintura argentina del siglo XX, desde los primeros grandes movimientos pictóricos nacionales como Grupo Florida, Boedo y La Boca hasta 1980, que fomentó una proliferación de artistas nacionales con características propias de una pintura latinoamericana que comenzaba a desarrollarse en todo el continente, la cual experimentó con más o menos influencia de las corrientes europeas como la Escuela de Paris (Modigliani, Chagall, Klee, Soutine), inspirándose en los paisajes costumbristas propios de la época. Entre los representantes del patrimonio cultural argentino de la Colección Ralli destacan Aquiles Badi, Antonio Berni, Norah Borges, Horacio Butler, Fray Guillermo Butler, Zdravko Ducmelic, Fortunato Lacamera, Emilio Pettoruti, Juan Batlle Planas, Raúl Soldi, Raúl Russo, entre otros.
Emilio Pettoruti
Pintor argentino. Nació el 1 de octubre de 1892 en la ciudad de La Plata en la provincia de Buenos Aires y fallece el 16 de Octubre de 1972 en Paris, Francia.
Desde sus inicios Pettoruti propone un arte disciplinado, como maestro y artista insiste en una línea de la docencia artística que convierte “el motivo” en “problema plástico” cuando aún reinaba en Buenos Aires la pintura de asunto. Esto lo hace un precursor histórico, y en 1969 la Universidad le entrega el título de Doctor Honoris Causa.
Hermano mayor de doce hermanos, desde niño fue alentado por su abuelo materno a practicar dibujo y pintura, quien además participó fielmente en su educación moral. Enseñanzas que más tarde lo llevarían a escribir sus impresiones en el libro autobiográfico “Un pintor ante un espejo”.
Estudió Bellas Artes en su ciudad natal, con maestros como Atilio Boveri y Emilio Coutaret, con quienes aprendió la perspectiva. En 1911 participó en una exposición de caricaturas y becado por el gobierno de Buenos Aires, se trasladó a Italia en 1913, donde estudió pintura e Historia del Arte en Florencia. En Italia conoció a los futuristas (representación abstracta del movimiento), especialmente con Balla y Marinetti, con los que participó en algunas exposiciones, recorrió museos y estudió a los maestros renacentistas. Luego tomó contacto con las tendencias vanguardistas francesas, en especial con el cubismo de Juan Gris y con el marchand parisiense Léonce Rsenberg, todo esto fue decisivo para su formación y aggiornamento en las corrientes de vanguardia.
Se acercó al arte abstracto, manteniendo un equilibrio inestable entre abstracción y representación. Por estos años también experimentó con el collage, mosaico y vitral, técnicas utilizadas por los vanguardistas y los cubistas para la realización de sus obras. El Futurismo ya no cumplía con las expectativas de Pettoruti, la pintura debía ser “construcción y color” y el Cubismo cumplía estos requisitos, permitiéndole pintar los objetos que él amaba, como sifones, instrumentos musicales, soles, botellas, fruteras, etc.
Es difícil, sin embargo, clasificar su obra, cuyas características más destacadas son, junto a la presencia constante del cubismo, la humanización de los objetos y de los astros (el sol), las “Variaciones” sobre un mismo tema -que define las infinitas modalidades en la creación de Pettoruti- y el fondo de equilibrio clásico de su pintura.
En la obra “Coin du silence”(Litografía, 39 x 44 cms. 1926) de la Colección Ralli, presente en la Sala 5 podemos ver una de las constantes predilectas de Pettoruti e insistencia en las “variaciones” –propio de la visión cubista- sobre un mismo tema, por ejemplo: LA COPA. En Argentina fundó y dirigió la revista Crónica de Arte y fue por dos veces director del Museo de Bellas Artes de La Plata. En 1941 visitó los Estados Unidos, donde dio a conocer su creación en diversas exposiciones organizadas por el Museo de Arte de San Francisco. En 1953 se estableció definitivamente en París.
Siguiendo el recorrido por la Colección de Arte Latinoamericano del primer piso, podrás disfrutar de otra obra “Pastegues”, litografía, 39 x 44 cms. 1936) de este destacado artista en la Sala Grandes Maestros Argentinos.